jueves, diciembre 13, 2007

Reflexiones durante un masaje ... lo finito

Hoy mientras atendía a un paciente, con quien tengo la mejor onda, surgió el tema de lo finito. Del sacrificio, y otras cuestiones relacionadas.
La verdad que mientras compartía con el mi pensamiento al respecto, el me contaba como iba a plantearle a su grupo de trabajo hoy, con un hecho concreto, que en nuestra existencia todo es finito. Aunque nos esforzamos por negarlo.
Me repetía en mi cabeza que groso esto que quiere hacer . La forma de hacerles tomar conciencia de esta realidad. Y la forma es disolviendo el grupo de trabajo. Obvio planteándoles que si quieren y forman otro para el año siguiente cabe la posibilidad cierta de comenzar un nuevo camino, aun cuando solo sean los mismos.
Sinceramente me pareció genial este ejercicio, el de tomar real conciencia, vivirlo, vivenciar el hecho concreto de la muerte, de la desaparición, del fin de algo. Concretamente sentir y vivir que nada es para siempre.
Y es que asumimos que la cosas serán por siempre, nos enseñan esto , nos hacen aferrarnos a esta irrealidad a esta mentira y terminamos sufriendo tontamente.
La idea sola de perder, de la pérdida, del final de algo, etc. nos hace sentir francamente infelices. Cuando en realidad es una de las pocas certezas con la que nacemos.
La idea del sacrificio en pos de algo mejor nos abandona a través de nuestra educación y formación a lo largo de nuestra existencia. Pero obvio, la vida, nos lo recuerda cruelmente y una y otra vez ; y nosotros nos empeñamos en mirar para otro lado. En no asimilarlo, nos esforzamos por negarlo con más fuerza aun que la que empleamos para vivir.
Tremendo error
Creo que si miráramos bien nuestra existencia , veríamos que esta plagada de ejemplos. Ya desde el mismo momento del nacimiento, es decir somos concebidos y estamos en un mundo cuasi ideal, el vientre materno, donde somos alimentados y nos desarrollamos sin ningún esfuerzo, todos no es brindado. Hasta se nos filtran los ruidos, la luz etc. Sin embargo elegimos nacer. Nos sacrificamos exponiéndonos a todo aquello de lo que se nos protegió solo para lograr algo mejor, casi como aprender a perder para poder ganar. El sacrificio de nacer en pos de vivir, experimentar, desarrollarnos y aprender.
Creo que es un ejercicio más que interesante el ver la vida, lo diario, por este cristal, que nos devuelve la conciencia de nuestra existencia finita. Y quizás podríamos descubrir que el vivir y la felicidad están mas cerca de lo que creemos, cuando realmente ponemos pasión en nuestra existencia, en cada acto en cada día…
Cuando desarrollamos el anhelo y la pasión por cada cosa que vivimos sabiendo que quizás mañana ya no podamos repetirla, o siquiera vivirla.
Muchas veces hay que aprender a perder para poder ganar. Hay que estar dispuesto cada día a sacrificarse para obtener algo mayor, hay que apasionarse por vivir, disfrutando y vivenciando cada momento , por que es lo único que nos pertenece. Y así una vez vivido podremos construir un pasado basado en un presente y podremos proyectar un futuro mejor, con la certeza de lo vivido.